La
familia, al ser la primera toma de contacto y el primer contexto
para el niño, puede afectar para bien o para mal a su futura
relación con los iguales, lo que significa que puede afectar
realmente la interacción con estos.
Las
variables familiares que afectan al desarrollo social del niño son:
el tipo de apego con sus hijos, las creencias de los padres, su
capacidad para influir en él, y el estilo educativo de estos.
Las
características de los grupos son las siguientes según Hartup
(1983):
-La
interacción social entre los miembros del grupo de produce de modo
regular.
-Los
miembros del grupo comparten valores, conductas y actitudes.
-Los
miembros del grupo desarrollan un sentimiento de pertenencia al
grupo.
-El
grupo regula los comportamientos y actitudes de unos hacia otros y
del grupo hacia otros grupos a través de normas sociales que todos
los miembros deben cumplir para seguir perteneciendo al grupo.
-Existe
una estructura organizativa y de liderazgo asumida por todos los
miembros del grupo, que ordena a los miembros según su grado de
dominancia o popularidad dentro del grupo.
Cuando
varios niños se relacionan entre sí, van formando un grupo y con
el tiempo éste adquiere una determinada organización y estructura,
por lo tanto su propio funcionamiento y sentimientos de pertenencia
al mismo.
Una
vez formado el grupo hay una serie de factores que contribuyen a su
consolidación y que dure a lo largo del tiempo (Hinde, 1983): el
sentimiento de pertenecer al grupo, la aceptación por parte de todos
los miembros, y la red de relaciones amistosas que se va tejiendo
entre los miembros del grupo.
La
mayoría de las investigaciones sobre estas investigaciones entre
iguales se centran en analizar el juego espontáneo de los niños,
sin duda, porque es la actividad más imaginativa y espontánea a lo
largo de su infancia. Y para ello se analizan las interacciones
lúdicas que reflejan los avances cognitivos y relacionales que se
producen a lo largo del desarrollo. Desde las primeras actividades
que realizan los niños de 0-2 años formadas por simples acciones y
ejercicios motores con movimientos repetitivos, hasta cambios tan
importantes en niños de 6-12 años como el aumento del tiempo que
pasan con sus iguales, el tamaño de los grupos de juego, la
disminución de la supervisión de los adultos en las actividades de
los niños…
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